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Festival Gabo, una luz que ilumina el periodismo.

Hace unos días se celebró el nutricio Festival Gabo en Bogotá. Y fue una verdadera celebración en torno al periodismo, la literatura, la música, el legado de García Márquez, las nuevas tecnologías y los medios digitales. Aunque se llevó a cabo en diferentes escenarios de la capital colombiana, el epicentro fue el Gimnasio Moderno. Charlas, talleres y clases magistrales de alto nivel y actualidad que obligaban a los asistentes a correr de un lado a otro una verdadera maratón académica, lúdica y de aprendizaje, crecimiento y camaradería.
La undécima edición del Festival Gabo fue como un oasis de luz en medio de la desértica y negra noche que atraviesa el periodismo colombiano. Frente a la guerra del clic fácil, la mentira, el desatino, las noticias sin confirmar, las fuentes inexistentes, los bulos y los “fake news” tan de moda en algunos medios y en las redes sociales, en el evento se abordaron temas tales como ética y moral, periodismo y poesía, podcast para ayudar a la salud mental, compromiso con la verdad, ejercicio equilibrado del control político, libertad de expresión, investigación periodística, inteligencia artificial y medios digitales. A lo que Juan Gossaín juzgó con pesimismo y acierto hace unos años ese “manejo asqueroso de la prensa”, cada vez peor, el reconocido poeta español y director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, dio una luz de esperanza sobre el llamado cuarto poder en el sentido de que el periodismo puede ser poético y de que la poesía se puede ocupar de la realidad.
Al lado de muchos libros, exceptuando el de “Un año y tres meses”, de García Montero, me tomé uno de los cafés más sabrosos que he podido degustar. El libro, en homenaje a su esposa, la también gran escritora Almudena Grandes, muerta en 2021, se agotó el primer día luego de la charla del maestro con el escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez. Al otro día trajeron nuevos ejemplares, que también se vendieron rápidamente. El que no se agotó nunca fue el aromático y excelso café colombiano, ofrecido por la organización, que avivaba los sentidos y las neuronas ya ávidas de nuevos encuentros con invitados, maestros y temas.
En homenaje al periodista francés Jean François Fogel, durante tres días cerca de 9.000 asistentes –cifra récord- se encontraron para charlar, reflexionar y debatir sobre estos variados temas en más de 100 eventos organizados en 10 escenarios de la capital colombiana. El llamado a la diversidad que se resumía en el lema del festival, “Todos en las historias”, se vio reflejado en la heterogeneidad de los más de 150 invitados provenientes de más de 20 países. Fogel, pionero del periodismo digital que murió en marzo pasado a los 76 años, no se perdía esta cita anual en virtud de su cercanía con la Fundación Gabo desde que García Márquez lo invitó a vincularse en 2002.
Por antonomasia, y por obvias razones, en el Festival Gabo se habló de Gabriel García Márquez: de su legado, de su trascendencia, del escritor, del periodista, de la persona, de su premio nobel, de “Cien años de soledad” y de algunos detalles y anécdotas de su vida. Entre otros invitados, por uno de la casa, Rodrigo García Barcha, su hijo el cineasta.
En el marco del evento tuve la oportunidad de hablar con el periodista español y experto en medios tradicionales y digitales Gumersindo Lafuente, lo mismo que con su paisano y cuasitocayo mío, el mencionado formidable poeta Luis García Montero. A su vez, paisano del inmortal poeta granadino Federico García Lorca.
Con el director del Cervantes conversamos sobre la lengua española, la inteligencia artificial, la democracia, el periodismo y la poesía. Y me dijo cosas reconfortantes, poéticas y un tanto utópicas como ésta: “A mí me gusta la poesía que te ayuda a mirar a la realidad, y me gusta el periodismo que toma conciencia de la mirada, y que los hechos tienen su interpretación, y que los sentimientos están también tejidos con los acontecimientos. Y en ese sentido, pues, respeto mucho y disfruto del periodismo que hacen personas amantes de la poesía. Y el caso de García Márquez fue claro. Y me gustan mucho los poetas que colaboran en la prensa y que se sienten conciencias cívicas que usan las palabras pensando en la realidad”.
Con Lafuente también dialogamos de manera extensa a la salida de una de las charlas sobre cómo “cazar” audiencias, bajo el efluvio de nuestro café nacional. Acérrimo defensor y conocedor de las múltiples posibilidades que ofrecen los medios digitales, admitió algo que yo había dicho en la charla en relación con el ejercicio ligero y banal de cierto periodismo digital: “Asunto diferente es lo que tú citabas: el ‘clickbait’ (‘cebo de clics’), el tráfico que se gana en realidad haciendo trucos, contando cosas que muchas veces no son ciertas o que muchas veces se cuenta sólo la parte más anecdótica de un asunto porque se puede conseguir viralidad. Y, en realidad, lo que se pretende no es hacer periodismo; lo que se pretende es hacer tráfico fácil. Yo creo que, de verdad, creo que sería capaz de hacerlo, pero no me interesa”.
Como si lo anterior fuera poco, se hizo entrega por primera vez en el Teatro Colón del Premio Gabo 2023, que anualmente reconoce lo mejor del periodismo en Iberoamérica. Los galardones se dieron en cinco categorías: Texto, Cobertura, Imagen, Fotografía y Audio. Y, también por primera vez en once ediciones del concurso, un trabajo colombiano obtuvo el Premio Gabo en la categoría Texto. Se trata de “El grito por justicia y reparación de las mujeres afro violentadas sexualmente”, escrito por Beatriz Valdés para “Colombia +20 El Espectador”. ¡Enhorabuena!
Fuente
Sistema Integrado Digital